@-MI AMOR-@

El amor es lo contrario al miedo y por eso, es para valientes.

He escuchado a mucha gente decir qué nunca han sido amados, pero esas mismas personas dicen haber sido heridas por amor.

Aunque en realidad fueron heridos por falta de este, pues la herida parte precisamente de la primera vez qué nos faltó.

El amor que necesitamos de niños y no supieron darnos.

Amor incondicional.

Desde ese instante infantil se empezaron a crear todas las corazas y armaduras qué defienden hoy en día nuestra esencia.

Lo que somos.

Y con el paso de los años vamos levantando una fortaleza para proteger ese corazón necesitado de amor y afecto para poder continuar sobreviviendo a medias y con miedo.

Paradogicamente esas mismas corazas qué nos protegen nos impiden sentir.

Vivir con miedo es sobrevivir con la sensación de qué nos falta  algo.

Si perdiste en el amor, es que jamás amaste, pues quién ama  nunca pierde.

Amar es dar, es abrir el corazón sin miedo y confiando, disfrutar dando cuidados, cariño, atención, respeto y libertad. Es abrir, no cerrar.

Si no estamos abiertos no podremos dar ni recibir, no podremos sentir el amor.

Amar es compartir sentimientos, debilidades, sueños, emociones, es dejarse caer confiando en ser sostenido y escuchado, es un lugar dónde sentirse a salvo y seguro.

Nadie podrá jamás robar tu corazón pues todo el amor que alberga en él te pertenece.

Todo lo qué está en tu corazón, lo que hace que sientas como sientes, lo qué te impulsa a vivir, todo eso es tuyo, te pertece y te lo llevas conmigo dónde quiera que vayas.

Quién ama siempre gana y cada cual se queda con el amor que tiene.

Por eso, date todo lo que necesitas: Ámate, respetate, cuidate, mimate, abrazate. Llénate de amor.

Pues cuando estás lleno de él ya no hay miedo, puedes sonreír a la vida y  seguir adelante pase lo qué pase.

No permitas qué el miedo te mantenga encerrado en la jaula qué  tu mismo construyes, negándote el derecho de amar a pecho descubierto, de disfrutar y sentir todo lo que el amor aporta a la vida.

Porque por amor no se muere, pero es por lo único qué merece la pena Vivir y Morir.

ELIGE BIEN A QUIEN AMAR.


@-SILENCIO-@

Me he preguntado cuanta pasión cabe en las palabras, y cuantas palabras en mi mente, y también, cuanta música en ese silencio en el que me encanta perderme...

@-FRENTE AL MAR-@

Tan solo camino, camino despacio o apresuradamente, colocando un paso tras de otro, tropezando a veces, cayendo a menudo,  pero siempre  levantándome  sin vacilar,  sacudiendo el polvo de mis zapatos para volver nuevamente al camino. La vida está llena de decisiones, de encrucijadas, de elecciones, yo voy tomando las mías a mi manera, hasta alcanzar ese día, en que poder sentarme serena frente al mar y repasar el inventarío de recuerdos, de revivir todos esos momentos por los que mereció la pena seguir caminando y sonreír sabiendo que yo elegí mi propio camino….

….desde un lugar, al este de Paraíso.

@-LOCURAS DEL ALMA-@

Hace mucho tiempo solía creer que el alma era invisible, algo  que nos dotaba de fuerza, energía, vigor, alegría, paz…pero que a su vez nos hacía sentir el dolor, la tristeza y el sufrimiento. Era delicada, frágil y había que cuidarla y cultivarla de una forma espiritual. Por aquel entonces pensaba que dicha fuerza provenía de fuentes externas pero que se localizaba en nuestro interior, cerca, muy cerca del corazón. Esta idea no era originalmente mía, sino que lógicamente estaba influenciada desde la infancia, en general por  los que yo  vengo llamando “GDM” (Grupo De Manipuladores) a saber: entorno, iglesia, escuela, cultura…etc. Pero, por algún motivo, nunca caló (o “coló”) entre mis propias ideas, no se ajustaba a mi percepción personal ni a la visión particular que yo tenía del asunto y de casi todos los asuntos que en general  provenían del “GDM”. Así que con el tiempo fui cambiando, desprendiéndome y aprendiéndome, investigándome y descubriéndome, comencé a crear otra forma, otra manera de pensar, otra manera de ver la vida...LA MIA PROPIA. Cada vez creía menos en la parte abstracta e invisible del asunto y se dibujó en mi mente una idea más realista y visible, empecé a pensar que probablemente ese alma no era, ni más ni menos, que nuestro cerebro, o más bien, una manifestación de lo que este generaba sobre nuestro ser.  

Todas y cada una de las sensaciones  que describimos como “del alma”; el dolor, la tristeza, la melancolía, el placer, la emoción, la esperanza; están generadas por situaciones o percepciones de nuestro cerebro, y a menudo, las interpretamos mal y las identificamos peor. Cuando conocemos nuestra mente  conocemos el origen del sentimiento y podemos ser capaces de cambiar lo que provoca sobre nosotros. De él parten todas y cada una de las emociones y sensaciones de nuestra vida,  es el motor que mantiene el cuerpo funcionando todos los días sin apenas descanso, nunca se detiene, ni tan siquiera cuando dormimos, aunque necesariamente, en este estado se ralentice su rendimiento hasta el mínimo para poder seguir adelante al despertar. Se podría decir que es independiente, pero realmente no es así. Depende de nosotros, en gran medida está en nuestras manos dominarlo, pero debe conocerse su funcionamiento o corremos el riesgo de ir “a la deriva”. Tanto es así, que de lo contrario corremos el riesgo de que él domine nuestra existencia hasta llevarnos a límites insospechados, a situaciones extremas que jamás pensamos llegar a vivir y que terminarán por hundirnos si no le prestamos la debida atención. Es la parte esencial de nuestras vidas y debemos tomar las riendas, pero…¿Tenemos esas riendas?

Desde nuestro nacimiento se encargan de alimentarnos, cuidarnos, protegernos, enseñarnos a comunicarnos, a ser correctos…etc. Todo esto y más, en mayor o menor medida, buena o malamente y todo para nuestro crecimiento, pero ¿quién se encarga de nuestra mente? O mejor dicho ¿quién se encarga del sano crecimiento de nuestra mente? NADIE. Prácticamente no se le presta atención, casi se podría decir que es desatendida por completo. No se encarga nadie (o casi nadie) de estudiarla, protegerla,  cultivarla en el mejor de los sentidos, nadie atiende a todo lo que soporta aparentemente callada pero antes o después formará un escándalo en nuestro interior  provocando la escisión total de lo que en sí somos.
La mente es nuestro epicentro, nuestra alma y debe estar en armonía con el resto de nuestro ser. Si no nos encargamos de ella como merece, como una esponja  absorberá todo cuanto nos rodea, bueno y malo (más de lo otro que de lo uno), acumulando y acumulando información sin descifrar y reaccionando al entorno de las formas más enrevesadas. Si no se la atiende, si no se la tiene en consideración ni se toma molestia de dedicarle el tiempo necesario para entenderla tarde o temprano se apodera de nosotros arrastrándonos hacia los senderos de la autodestrucción y  apenas nos daremos cuenta.

Es curioso, nuestro cuerpo es una máquina perfectamente creada con un motor del que no tenemos manual de instrucciones y cuenta con un sistema capaz de autodestruirse si no damos a tiempo con la clave para su control. Somos una bomba de relojería que explotará a menos que dediquemos tiempo y esfuerzo al conocimiento de nuestra alma, de nuestro motor, de nuestra mente. La psicología ha hecho grandes avances en este terreno, pero todavía seguimos anclados en el pensamiento del “yo no lo necesito”  y del “eso es para los locos” y mientras tanto nos perdemos en los abismos del desconocimiento psicológico, personal y espiritual.


Tengo la férrea creencia de que mi alma está en mi mente. Lejos de lo que pueda parecer, todo lo que me llega en forma se sentimiento me lo proporciona ella. No siempre fuimos grandes amigas mi mente y yo, de hecho, durante años compartimos casa en versión cerebral de  “La Guerra de Los Rose” era más una lucha que una convivencia, pero firmamos una tregua y nos permitimos conocernos mutuamente. Cuanto más la conocía, más satisfacciones me proporcionaba, eso sí, ya nunca podremos abandonar esta relación “amorosa”, posiblemente, la primera historia de amor sincero y verdadero de mi vida. Sé, que como todo buen amor  llevará tiempo (toda la vida) pero ese tiempo es imprescindible. Nunca pienses: “no puedo perder tiempo con tonterías”  “hay cosas más importantes que hacer” no las hay,  nada hay más importante que el bienestar del alma, de la mente, del motor de mi vida…. Nada hay más importante que encontrar la paz interior y vivir en ella y con ella, nada funcionará sin hacer funcionar antes esta relación de amor individual, íntimo y personal.  Sin amarte a ti mismo jamás lograrás conocer el verdadero amor….Ey!! y no, no es egolatría ni narcisismo….es sencillamente autoestima. Ámate y descifra  la clave de tu mente para llegar a tu alma y cuando des con ella, hazla  tuya, pues será el olimpo de tus dioses o el infierno de tus demonios y te acompañará para siempre todos los días de tu vida hasta el fin de los tiempos….

@-LA ABUELA-@

Hoy quiero contar la historia de una mujer. Una mujer  de otra época, de otro lugar, de otro tiempo…pero que como tantas otras, debe ser contada. Está sacado de un contexto mucho más amplio y profundo, por lo que os pediré que no os quedéis en lo evidente y  si deseáis más información leáis el libro. Es una historia  es muy sencilla y a la vez muy  interesante, tanto para mujeres,  como para hombres a los que les gusta conocer el alma de ellas; tan simples a veces y tan complejas otras, pero generalmente poco entendidas.
Esta historia describe una situación real llevada al extremo, pero que es más común de lo que pueda parecer y a la que no debería llegar ningún ser humano.  Habla del hambre, hambre  del alma, y de esos “errores” que a veces se cometen ingenuamente, por inmadurez, tanto en la juventud como en la edad adulta; porque no es cuestión de edad sino de conocimiento interior;  ante los que no se sabe reaccionar a tiempo y llevan  a  la destrucción continuada de la psique femenina.
No es tarea de los hombres, sino de las propias mujeres atender a  su alma. Toda decisión parte y muere en uno mismo, pero se debe escuchar los instintos, pues nadie los escuchará nunca tan alto y claro como nosotras mismas.  Espero que os haga pensar, que os sirva, ya que  como todo historia, va más allá de las palabras. Espero francamente que os guste…
La Abuela
“Otra mujer con la que trabajé, una mujer inteligente y capacitada, me habló una vez de su abuela que vivía en el Medio Oeste. La idea que tenía su abuela de una diversión a lo grande consistía en coger un tren con destino a Chicago, llevar puesto un gran sombrero y pasear por la avenida Madison contemplando los escaparates como una dama elegante. Contra viento y marea  o porque era su destino, se casó con un granjero, se fue a vivir con él a la región de los trigales y allí empezó a pudrirse en aquella bonita granja que tenía justo el tamaño adecuado, con los hijos adecuados  y el marido adecuado. Ya no le quedó tiempo para la “frívola” vida que antes llevaba. Demasiados “niños”. Demasiadas “tareas femeninas”.
 Un día, años más tarde, tras fregar a mano el suelo de la cocina y la sala de estar,  se puso su mejor blusa de seda, se abrochó su falda larga y se encasquetó su gran sombrero. Después se introdujo el cañón de la escopeta de caza de su marido en la boca y apretó el gatillo. Todas las mujeres saben por qué fregó primero el suelo.”
(“Mujeres que corren con los lobos”- Psicoanalista junguiana, poeta, cantaora y contadora de cuentos Clarissa Pinkola Estés).

Atiende a tu alma por encima de todo porque ella sabe mejor que nadie lo que necesitas. No esperes a mañana…