Hacer el Amor. Un conjunto de palabras con
distinto significado para cada individuo. Tan simples e insustanciales para
unos, como contundentes y rebosantes de sentido para otros al punto de respetar
su esencia al máximo. Es lógico desear lucirlas en nuestros pies, descalzos y
fríos, aún a sabiendas de que nos quedan grandes y si no se ha crecido lo suficiente,
resultar ridículos con ellas ataviados….
Empezare diciendo, en mi modesta opinión, que
poco tienen que ver con el sexo, aunque pueda, este último, desear hacerlas
suyas y robarles lo que son, cuando más bien debiera conformarse, en el mejor de los casos, con
lograr complementarlas.
Para hacer el amor hay que despojase del egoísmo, cosa totalmente
opuesta al sexo, donde prima el yo, mí,
me, conmigo y si queda algo….para mí, ya que en este, el fin justifica los
medios y en cambio, hacer el amor es el medio que justifica el fin de dar a
otro ser todo lo que poseemos, lo que sentimos, lo que somos desde la intimidad
y la fusión espiritual.
Por ello, y me atrevería a decir que casi en
el 99% de los casos, cuando nos encontramos sumergidos en un momento orgásmico, sea del
tipo que sea, experimentamos unos segundos de expansión sensorial, liberación
mental e inocencia infinita, que nos hace confundir los términos y dudar de si
aquello, es amor. Pero casi, instantáneamente, nuestro fuero interno nos ofrece la respuesta…
Hacer el amor es encender con nuestra luz la
oscuridad de otro ser, hacer que se sienta en “casa”, conseguir iluminar sus
ojos, estar pendiente de su felicidad, por eso
abarca no solo a la alcoba, sino
que se hace extensible y manifiesto en un sin fin de actos cotidianos. Es entregar a través de
la piel, del aire, del silencio, sensaciones y emociones. Regalar el alma,
mostrar los sentimientos limpios, puros y llegar a sentirnos plenos con ello.
Olvidar lo sabido, lo aprendido, lo leído, lo escuchado, lo experimentado, y
volver a ser inocentes, novatos e inexpertos y dejarnos sorprender por la vida.
Abrir la mente y dejar escapar todo lo acumulado, volver a nacer….
¡Qué pena que dediquemos tan poco tiempo a
adquirir esa maestría cuasi divina!
Hacer el amor, es sencillo, pero no sé por
qué, nos cuesta tanto hacerlo bien….
¿Te han hecho el amor alguna vez?