Nunca me he parado a reflexionar en serio sobre la navidad,
posiblemente porque para mí no es importante. No soy religiosa y el significado
"real" de la fiesta no es en absoluto mi doctrina.
Pero, esa "otra navidad", esa que padecemos año
tras año, se va pareciendo cada vez más a una gripe mal curada de la que nos
contagiamos sin remedio. Ahora que nos han dado ya el pistoletazo de salida y
nos han autorizado oficialmente a gastarnos todo ese dinero que no tenemos, se
me ocurren muchas cosas que decir sobre este circo.
Cuando faltan apenas veinte días para que empiecen toda esa
retahíla de eventos almibarados y faltos de cualquier otro sentimiento que no
sea consumista, voy enumerando mentalmente por cuantos aros he pasado ya y los
que me quedan por pasar hasta el día seis de enero, momento, en que termine
este gran espectáculo y seamos conscientes un año más, de que la mal llamada
"cuesta de enero" no es más que consecuencia del gran eslalon de
diciembre y volvamos a la cruda y triste realidad. Pero mientras tanto corramos
un “estúpido velo”.
A partir de hoy estamos autorizados para expandir ese
"espíritu navideño" que está muy bien en su fondo, pero que no lo
está tanto en sus formas. No he encontrado una fiesta (tradicional o inventada)
más impositiva que esta. Nos empiezan diciendo el juego de azar al que debemos
apostar, como debemos decorar nuestras casas, que comer, como vestir, que día
salir de juerga y que día quedarte en casa, el día que regalar y hasta con
quien compartir nuestra mesa.
Sí señores/as, porque ¿a alguien se le ocurre no estar el 24
de diciembre con su familia propia o política? ¡ claro! ¡Se nos ocurre a
muchos! pero, ¡dios te libre! si no quieres ser el esquirol número uno de la
dictadura de la casa de tus padres (camuflada en república independiente,
claro).
Y ya para rematar la faena, nos dicen hasta que debemos
sentir. Y todos deseamos sentir ese amor, esa paz y ese “espíritu navideño” y
nos empeñamos tanto en que así sea, que olvidamos de que los sentimientos no se
pueden fingir. Que se sienten o no se sienten, y que por mucho que nos
esforcemos no vamos a engañarnos a nosotros mismos. Así que yo intentaré por
todos los medios rodearme de las personas importantes en mi vida no solo
durante las fiestas, sino durante todo el año. Que no son todos los que están,
ni están todos los que son, pero a los que me esfuerzo en demostrar mis
sentimientos en mayor o menor medida pero siempre desde el corazón, porque si
algo odio de estas fiestas es la hipocresía.
Y ya puestos, aprovechando el tirón desearos a todos/as que disfrutéis estos días festivos de la
mejor manera posible.
A los que os gusta leer, que encontréis un momento para
sumergiros en otros mundos, los que amáis la música y cantar que encontréis el
tono perfecto , los que os morís por la fotografía que consigáis retener ese
momento mágico, los que gustáis de meteros entre cazuelas que los guisos os
salgan muy sabrosos. A los deportistas que esquíen, escalen,
corran, bailen, patinen, naden o jueguen a futbol o cualquier otro deporte, que
sus marcas sean superiores. Los estudiantes que consigan las mejores notas, los
que disfrutan cuando no hacen nada, pues que no hagan nada y a los que pintan y
los que escriben que nunca les falte la inspiración.
¡¡Mil besos!! ¡Seguiremos en contacto!
Recordad.............. hay vida después de navidad......¡Ser
Felices!